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lunes, 30 de agosto de 2010

nuevo ciclo


El verano está a un paso de pasar de presente a pretérito. Las hojas de los árboles aguantan esperando la llegada de la próxima estación para dejarse caer al vacío. Los ciclos siguen su curso, como si del si del día de la marmota se tratara. Los que hemos tenido la fortuna de podernos perder durante unos días lejos de nuestra rutina habitual, seguramente habremos recargado las pilas neuronales proyectando nuevas ideas, que, tal vez, llevemos a cabo.

Esas ideas que, tal vez, una vez reinstalados en la vida habitual pensemos que son efímeras y fruto de reflexiones idílicas producidas debajo de la sombra de un parasol playero amplificadas por la efervescencia de las burbujas del zumo de malta de cebada, son en realidad reales. Porque, aunque creamos que nuestros pensamientos sean menos insustanciales que el peso atómico del hidrógeno, en realidad son tan reales como todo lo que tocamos, saboreamos o vemos. Y, sino, si un arquitecto es capaz de diseñar una casa, es en gran medida gracias a que en su momento materializó una idea..... Por tanto, no dejemos la oportunidad de dar vida (tal como la interpretamos nosotros) a todos esos pensamientos que rondan sobre nosotros, y de esta manera creceremos como anhelamos.

Con el otoño sembraremos todo aquello que recogeremos en verano. Es ahora cuando tenemos esa opción de hacer realidad nuestros proyectos. Sólo es cuestión de ser ecuánimes con nosotros mismos (y con los demás). De esta manera vibraremos en la frecuencia que queremos sintonizar. Nosotros escogemos el camino, y como ya sabemos nada es casual y todo causal.

jueves, 21 de enero de 2010

soñar


En esta vida que nos ha tocado vivir, los sueños inundan nuestros huecos que dejan nuestras frustraciones. Soñamos despiertos y vivimos dormidos. Pensamos en todo aquello que seríamos, pero somos muchas veces lo que odiamos.
Muchas veces repetimos patrones del pasado. Volvemos a caer en las mismas trampas que ya sucumbieron nuestros antepasados. Bisabuelos, abuelos, padres, ...., que en su momento se salieron de su camino, hacen que hoy nuestros pasos también acaben en las cunetas de la autopista de nuestra vida. Redirigir nuestro destino, es el objetivo para lanzar nuestro lastre emocional y sentir la vida con intensidad y placer.
Bert Hellinger en su momento descubrió la interconexión energética de nuestras almas, partiendo que todos somos UNO, y que los patrones erráticos se repiten generación tras generación (abuelos con problemas de alcohol, malos tratos, violencia,....). Invertir el sentido de nuestros bloqueos es posible gracias a la terapia de las Constelaciones Familiares.
Un buen sitio para probarlo y experimentarlo es en Essencia8 (Marina 678 82 06 83
Centro TFD Mollet 93 544 06 42 C/ Joaquim Mir nº 94, bajos.Mollet, ), dónde Rosa Mari hace un trabajo excelente guiada desde las alturas....
Termino con un poema de Machado sobre los sueños:
El hada más hermosa ha sonreído
al ver la lumbre de una estrella pálida,
que en hilo suave, blanco y silencioso
se enrosca al huso de su rubia hermana.
Y vuelve a sonreír porque en su rueca
el hilo de los campos se enmaraña.
Tras la tenue cortina de la alcoba
está el jardín envuelto en luz dorada.
La cuna, casi en sombra. El niño duerme.
Dos hadas laboriosas lo acompañan,
hilando de los sueños los sutiles
copos en ruecas de marfil y plata.

jueves, 8 de octubre de 2009

en paz


Los días pasan, las luces se encienden y se apagan, los grados suben y bajan, las deudas vienen y van, .... Todo se mueve, nada se para. Muy pocos se paran y piensan porqué tanto movimiento. Hacia dónde voy y de dónde vengo.... Todos los días repetimos situaciones, vivencias, problemas, desapegos, desamores, ..... Necesitamos repetir y repetir hasta que la luz celestial ilumina nuestra alma y nos enseña a comprender el porqué de nuestro camino.
Vivimos en un entorno que contamina nuestros sentidos. El tubo de escape de una moto, el vecino gritando a primera hora, la pantalla de televisión sonando como hilo musical, el extractor de la cocina absorviéndonos, los niños estresados de tanta actividad, el móvil que de vez en cuando parece que habla (y que nos deshumaniza haciéndonos estar con quién no está y anulando a quién tenemos de frente...), .... Todas esas cosas que hacen que no pensemos, sintamos y experimentemos.
Sentir es ese don que la naturaleza nos ha dado. no usarlo es como tener piernas y estar siempre sentado. Sentir lo que el corazón nos dice es entrar en nosotros mismos. Sacar ese amor y regalarlo, es el fin de todo nuestro movimiento. Amar incluso a tu verdugo es superar la prueba de la vida.
Pon un rayo de luz en corazón!!